Su cotización se desplomó en 2013 más del 20% y se encuentra en torno a
los u$s1.330, una cifra muy lejana al récord de casi u$s2.000
alcanzados en julio de 2011 ¿Qué valor puede llegar a registrar en el
mediano plazo? La diferencia para los certificados y el metal físico. La
opinión de los expertos
En lo que va del año, el
precio de la onza de oro se desplomó más del 20% y actualmente cotiza en torno a los
u$s1.330. Esta cifra luce bastante exigua si se la compara con el
récord de casi u$s2.000 registrado en julio de 2011 o con los u$s1.600 de principios de año.
Pese a ello, el
dorado metal muestra que ha tenido una
recuperación si se tiene en cuenta que,
a fines de julio, se negociaba cerca de los
u$s1.200. En menos de
un mes, repuntó alrededor del
10% tal como puede apreciarse en el siguiente gráfico:
"La referida caída del 20% en su precio es
inconsistente con la situación que debiera darse según la
oferta y la demanda", resume un reporte elaborado por el Scotiabank.
De acuerdo con la entidad, esta
"anomalía" podría
impactar fuertemente en su cotización en los próximos meses.
Factores claveEn este contexto, existen
diversos elementos que juegan en la
determinación de su valor y despiertan el interés de los analistas, si bien no están todos necesariamente relacionados entre sí.
Un primer aspecto a considerar tiene que ver con que, a lo largo del período de corrección, los
inversores han venido demostrando una
desconfianza cada vez mayor hacia el
oro-papel. No así a la
tenencia física, que mostró una
preferencia creciente.
Lo que sucede, es que dichos inversores consideran que los
títulos no están respaldados por este metal
en un 100% y temen que carezcan de suficiente respaldo. Incluso, sospechan que
en caso de querer convertirlos en lingotes tendrían serios problemas para lograr tal objetivo.
En este sentido, varios hechos sirven para graficar el
crecimiento de la demanda del oro físico frente a la de los certificados:
Desde abril, los
retiros de lingotes de las cámaras de custodia del mayor mercado del mundo, el Comex,
crecieron en forma
exponencial.
Estas operaciones fueron lideradas por el JP Morgan que, en junio de
2011, poseía unas 3 millones de onzas y hoy dispone tan sólo de unas
cuatrocientas mil.
Según el Scotiabank, la
caída de los inventarios físicos ya
se acerca al 40%, incluyendo las reservas que pertenecen a los clientes y el inventario que se utiliza para hacer transacciones.
En línea con este punto, el banco
ABN Amro aseguró que
ofreció comprar el oro físico a sus clientes, pagándoles el precio de mercado, lo cual evidencia de la escasez global.
Según expertos del sector, los
inventarios "virtuales" que existen -sumando los activos financieros, contratos futuros y otros papeles- serían unas
100 veces superiores al
stock total existente de este
metal físico.
Por otra parte, vale mencionar otro indicador: el alto
crecimiento, del orden del
150%, de las
tenencias de oro en posiciones de
corto plazo no comerciales.
Este factor es clave para
explicar la evolución que ha seguido
su cotización.
A ello se suma que, en distintas plazas del
sudeste asiático como Shanghai, Hong Kong o Singapur, están comenzando a operar
mercados en los que se negocian directamente metales en
forma física.
En tanto, los especialistas del sector bancario destacan el hecho de que el
precio a futuro en las principales plazas del mundo está por
debajo del "spot". Esto significa que los
inversores prefieren comprar hoy en vez de hacerlo en los próximos meses, antes de que suceda una
eventual suba de su cotización.
El reporte de Scotiabank consigna que si bien
no existe una conexión directa entre todos estos factores, el actual contexto pone de manifiesto que hay una
situación "muy extraña" en el mercado de este metal y que ello podría causar
"rebotes en su precio".
En función de estos datos y el presente escenario, los analistas consultados por
iProfesional señalan que
su cotización está en condiciones de
volver a repuntar, desde el precio deprimido que muestra hoy día.
No obstante, las opiniones de analistas no son todas coincidentes respecto de lo que pueda ocurrir en los próximos meses.
¿Qué pronostican los expertos para el dorado metal?De acuerdo con un informe de la consultora Inteligo SAB, el
oro cerrará el año en
u$s1.380 por onza.
Entre los optimistas se destacan los analistas de
Deutsche Bank, para quienes la mayor parte de la corrección bajista en su valor ya se ha producido y señalan que el
metal tiene fuertes chances de
recuperar posiciones en cuanto a precios.
En este sentido, Dionisio Corneille, director de la Sociedad de
Bolsa que lleva su nombre, sostiene: "Particularmente, me parece que
llegó a un piso y que, desde el punto de vista técnico,
estaría en condiciones de
continuar con su incipiente proceso de suba".
"Su precio tiene todo para mejorar ya que, en los últimos meses, hubo muchas ventas por grandes montos. Por lo tanto, como dice el famoso refrán, es
hora de comprar", afirma Corneille.
En la vereda de enfrente se encuentran aquellos no tan optimistas como
Goldman Sachs y Credit Suisse, cuyos expertos creen que, en lugar de experimentar una recuperación, retrocederá y se ubicará en
u$s1.050 y u$s1.150, respectivamente,
para finales de este año.
En igual dirección, el famoso economista
Nouriel Roubini apuesta a que la onza
caerá a u$s1.000 en no mucho tiempo, lo cual supondría que
bajaría a la mitad del máximo valor histórico alcanzado.
El mercado localEn diálogo con
iProfesional, Carlos Leiza, gerente de Crédito Pignoraticio y Ventas del
Banco Ciudad, afirma que la entidad es la
única que ofrece
oro físico nacional.
El
resto de los bancos negociaron el
importado hasta el cepo cambiario, ya que al metal
le fueron aplicadas las mismas restricciones que tienen las
operaciones en moneda extranjera.
Sobre la situación actual del mercado Leiza sostiene que, en los últimos meses, ante el derrumbe de las cotizaciones la
venta cayó con fuerza, ya que pasó de
2 kilos por día a sólo 400 gramos.
"Este
poco interés de la demanda es llamativo debido a que el
precio de la onza está bajo, lo cual convierte al metal en
una oportunidad interesante", comenta.
Para comprarlo en el Banco, el ahorrista
sólo necesita presentar su DNI.
"Si sus adquisiciones
superan el equivalente a los $30.000 mensuales, la persona deberá
demostrar el origen de los fondos", agrega el gerente del Ciudad.
Para Octavio Bernardez, operador de futuros de Balanz Capital, "como
instrumento financiero el oro es un
producto más".
"En tal sentido, en el mercado local existe la opción de
realizar contratos de futuro, a través de los cuales se fija un precio determinado a cierto plazo", explica.
Cabe mencionar que un
contrato de futuro es un acuerdo que obliga a las partes contratantes a
comprar o vender un número determinado de bienes o valores en una
fecha preestablecida, y con un
precio fijado de antemano.
Efecto sobre los balances de las compañíasLa
caída en la cotización no es gratuita para los estados de
resultados de las mineras, cuya estructura de costos no puede ser cubierta por el precio del mercado.
Por ello, se buscan diversos mecanismos para cubrirse frente a los vaivenes en su valor como, por ejemplo, con la
venta a crédito o mediante un
contrato de futuros, también llamado
hedging.
De esta manera, las compañías del sector buscan
asegurar el precio al que van a vender su mercancía, para lo cual pactan con la industria la
comercialización del mineral en cierto
importe y cantidad.
En este contexto, desde Barclays, Martyn Whitehead, concluyó: "Estamos
viendo más cobertura auténtica en oro de la que hemos tenido durante bastante tiempo".
Los precios de estos contratos rondan los
u$s1.400 la onza, siendo este nivel una referencia a seguir por el mercado.
(Fuente: www.iprofesional.com.ar)